Tomamos la máquina del tiempo de Doraemon para retroceder veinte años y vamos a ir contemplando nuestras infancias, en las que no existía una estupidez como un horario especial protegido con propósitos de lo más pretenciosos, sino que el buen juicio del personal permitía ofrecer a los más jóvenes unos momentos sencillos y amenos de diversión cuando acabasen sus deberes junto con la merienda.
LA BOLA DE CRISTAL 1984-1988:
Muchos de los veteranos les sonará este espacio y se sabrán la canción del programa al dedillo... pero a mi, personalmente me daba muchísimo asco. Lo recuerdo muy muy vagamente, sobre todo a Alaska con su cara de funeral jotica como presentadora. ¿A qué lumbrera se le ocurrió? El programa estaba dividido en cuatro partes, cada uno para un público distinto. Como en muchos otros contenedores, los pequeños tenían que madrugar. Comenzaban los Electroduendes bastante horteras ellos que popularizaron el término "meapilas" (y es que en los ochenta, lo eléctrico y electrónico era lo más), para preparar el terreno a Alaska, que comenzaba a divagar como una vieja chocha haciendo de adivina con la bola que daba nombre al programa junto con Pedro Reyes y Pablo Carbonell antes de que fuesen famosos.
Para los más mayores, el director era... Javier Gurruchaga, justo antes de realizar sus shows erótico-festivos como El huevo de Colón u otras truculencias en la vida real. Todo destinado para que los niños viesen lo guay que era la movida madrileña y que las sustancias psicotrópicas molaban. Lo más reseñable eran Los Aurones, más conocido por su personaje más carismático: Poti Poti. En él, un chico llamado Gallofa lanzaba rayos que transformaba a los villanos... en verduras y frutas.
CAJÓN DESASTRE 1988-1991:
Dejando de lado el Barrio Sésamo, Cajón desastre es el otro gran contenedor de nuestra remota infancia. Su contenido se dividía en tres partes dependiendo de las edades de los niños, y nuevamente los más peques tenían que madrugar, mientras que hasta los catorce años y después hasta los diecisiete cerraban la mañana. Sin embargo, yo recuerdo pillarla hacia la mitad y seguir adelante. Los contenidos eran de una calidad considerable, y se agradecía mucho que no tratasen a los niños como tarados o retrasados mentales, que fue lo que sucedió años más tarde.
Mezclaba concursos, espacios culturales y series de animación o de imagen real, lo que lo hacía bastante completo. Sobre todo me acuerdo de ese estadio romano sobre el que los niños competían por equipos en varias pruebas, y por el verano hacían lo mismo pero en una piscina, en lo que llamaban "Al agua, patos". En lugar de una rancia apática y joticosa, lo presentaba una chica muy simpática que caía bien tanto a niños como a mayores (y que además era paisana) como Miriam Sánchez Aroca.
Las series estaban muy bien, como por ejemplo me acuerdo de Teen Wolf (la versión en dibujos de la película de Michael J. Fox). Los Trotamúsicos también eran de lo más conocido del espacio. Duckula era una versión de Drácula protagonizada por un pato negro, pero que yo me partía la caja con la sirvienta, que le tenía un cariño especial, ya que siempre estaba tirándole los tejos con un "¡Ven p'acá, patito mío!". Incluso la gloriosa Alf se estrenó en este espacio, aunque luego la movieron a una franja de más audiencia.
Me acuerdo de las cortinillas y sobre todo de Barbara-Ann, la mítica canción de los Beach Boys que era la encargada de despedir el programa.
¡NO TE LO PIERDAS! 1990-1991:
Sábados por la mañana, ir al patio del colegio a jugar con una pelota de goma con mi padre, y luego cuando arrivo a casa... este programa en la tele. Imágenes aereas sobrevolando un anfiteatro romano y el rótulo del programa. Lo presentaban un tipo muy frenético llamado Enrique Simón que era calcado a Lionel Ritchie. A su lado estaba una jovencísima y por aquel entonces tímida... ¡Leticia Sabater!Esto me acuerdo de haberlo visto en directo. Qué repelús que me daba y me sigue dando esa sonrisa forzada. Acordaos del chaval de camisa azul, que puede que os suene, le veremos en la próxima entrega.
Pero la gran razón por la que nos gustaba el programa eran dos palabras: Jonny Quest. Ahora mismo, haciendo investigación me estoy quedando helado y sorprendido al ver que la serie data de 1964-1965. ¡Diox mío, vaya calidad para la época! Era un producto de Hanna Barbera y en cada capítulo, Jonny iba con su padre el doctor Quest, un piloto canoso y con pintas de tipo duro, su chucho apestoso que era la nota cómica, y un muchacho hindú con turbante (¡vivan los estereotipos!) llamado Hadji. Si Scooby Doo era una serie de misterio para explicar a los niños eso de "los monstruos/fantasmas no existen", Jonny Quest (o Queso, como mi hermano y yo la llamábamos) tenía mucha más mala baba y muchas veces dejaba esa incógnita o esos finales tan inquietantes. Los argumentos eran mucho más adultos y violentos de lo que uno pudiera imaginar. A continuación echaban otra serie de tres superhéroes de armaduras, uno que controlaba el aire, otro el agua, y otro la tierra. No recuerdo el nombre, y no molaba tanto como JQ.
No obstante, el momento más friki del programa era cuando el fantasmita que tenían de mascota se ponía a repartir bocatas entre los niños del público a ritmo de una canción entrañable: "Tomaa, tomaa, toma tu bocata...". Llevaban invitados y metían actuaciones musicales de lo más variadas, como esta en la que al tipo le han echado drojas en el colacau.
Pedazo de pedal que llevaba el hombre encima.

LA GUARDERÍA 1990-1993 / LA MERIENDA 1990-1994:
A finales de los ochenta se aprueba la ley de las televisiones públicas y es en 1990 cuando comienzan a emitir Antena3 y Telecinco. En esos primeros pasos, encargan estos contenedores a un par de rostros conocidos: Miliki y Rita Irasema. Por la mañana, Rita y su hijo Manuel Feijoo Aragón, el mago chungo de Compañeros. Por la tarde, eran Rita y Miliki los que se encargaban de animar el cotarro. A veces el programa se convertía en un musical de lo más cursi, y lo peor de todo es que me sigo acordando de alguna letra. Lo más reseñable por las mañanas era He-Man y Transformers, y por las tardes esa serie de dibujos tan revolucionaria en su sentido del humor, su verdulería, sus formas exageradas y sobre todo su protagonista tan peculiar como era Chicho Terremoto. Gatchaman (Gatchman), o Ashita no Joe (El Campeón) eran otras de las series que ponían, pero las quitaron pronto por violenta *buuuuuu* (abucheos).
Los payasos de la familia Aragón (que conste que no lo digo en tono peyorativo) ficharon por Telecinco para hacer Superguay en el 91, por lo que el programa lo pasó a presentar una chica misteriosa con el sobrenombre de Evita Dinamita. Lo que más recuerdo de esa etapa era el concurso de los dinosaurios, que eran los juguetes de una serie de animación (antes de Jurassic Park ya había series del tema). Pero sobre todo, lo más memorable era el concurso de Micromachines. ¿En qué consistía? Pues cada día llamaban a un niño y este tenía que decir la frase "Si no son Micromachines, no son los auténticos" a todo correr y el mayor número de veces posible, ya que ganabas un Micromachine por cada frase. A los que no sepan lo que son los Micromachines, decirles que eran coches bien chulos en miniatura. Iba a decir eso de que no han tenido infancia, pero es comprensible. Me acuerdo que entre amigos practicábamos con el concurso entre nosotros. Allí emitían Super Mario Bros., Thundercats, Cazafantasmas (la del gorila) y COPS, una serie policial bastante turbia para la época pero muy memorable.
A continuación, el programa lo presentaron un par de niñas un poco repelentes con un perro, acompañadas del profesor Lupilla, que sustituyó a una de las niñas. La chica que se quedó, Ana Chávarri, estuvo hasta en la sopa, ya que luego presentaría el Club Megatrix... pero eso corresponderá a nuestra próxima entrega. Una cosa que si que tengo que reseñar era el epiquísimo concurso que era la columna vertebral de La merienda de las aventuras. Durante una temporada el concurso se llamó así, y competían seis niños en dos equipos: rojo y azul. En cada prueba conseguían segundos, muy importantes para la prueba final, que era una gymkana gigantesca con muchas estancias en donde estaban escondidas muchas llaves, y tenían que recoger el mayor número de ellas... pero sobre todo la única y suprema indillave, que era la que abría el premio gordo y era la que estaba mejor escondida. Resultaba emocionante las poquísimas veces que lograban dar con la susodicha llave. Posteriormente tuvo el Megatrix un concurso muy parecido, pero como ya os comenté, tendrá que esperar. Por su parte, La guardería lo pasó a presentar la infumable Teresa Rabal justo antes de que presentase esos concursos de talentos a nivel europeo pero organizados por España en los que siempre ganaban pianistas rusos con gimnastas chinos como finalistas. Veo Veo y Bravo Bravissimo creo que se llamaban.
Miliki y Rita se fueron a Telecinco cuando ésta todavía era decente... bueno, vale, metían mucho picante, tetas y variedades, pero respetaban y se acordaban de los niños en sus programaciones. A veces les acompañaban Rody y Fofito, otro dúo descendientes de los Payasos de TVE que tendrían su breve y efímero momento de gloria a mediados de los 90. Miliki llamaba a los niños ciruelos y ciruelas, detalle que recuerdo bien, y seguían con canciones, concursos y demás juegos para amenizar el rato.
Hola eres tú... ¿Qué hay? (o qué gay, como decíamos a veces) Intentamos empezar el día en el Superguay. Así comenzaba su versión de fin de semana. Lo bueno que tenía Telecinco en aquel entonces eran sus lazos diplomáticos, sobre todo con Italia, gracias a los cuales nos fueron llegando más anime como Bésame Licia, Eriko, Harlock (Los exploradores del espacio) o Chopy y la princesa. Muchos años antes habían desembarcado Comando G, Mazinger Z, Ulises 31, Heidi o Marco, pero era a principios de los noventa cuando empezaban a emitir anime a raudales. Incluso muchas mañanas de fin de semana se desmelenaban y emitían OVAs o maratones de una determinada serie.
Video para contextualizar ;)
Volviendo a Superguay, emitían la mencionada Bésame Licia, Bateadores (Alegre juventud) y Webster, las aventuras de un niño negro adoptado por una familia blanca. Creo que también llegaron a integrar a Lupin III en este espacio, aunque no estoy tan seguro. Tengo buena memoria, pero al tratarse de tantas series a la vez, pues no me acuerdo si una serie iba a una determinada hora o en esta o aquella cadena, por lo que si me he equivocado en algo, o si me he olvidado introducir alguna cosa, hacédmelo saber si podéis.
PINNIC 1992-1995:
¿Qué es lo que veían los gafapastas de hoy en día en su tierna infancia? La respuesta bien clara es Pinnic. Un programa con contenidos muy originales... tal vez demasiado. Cortinillas de lo más conceptuales y un diseño enfocado para no menospreciar ni burlarse del menor. Tirant es un muchacho que anda algo loco. Tanto que se le aparecen las diminutas Bumbum y Fanzina. Bumbum es el gafapastismo antimorbo femenino personificado, labios siempre oscuros, pelo corto y cortado con regla y cartabón. Me acuerdo cuando invitaron a la actriz al programa de Raffaella Carrà... y era exactamente igual. Por otro lado, Fanzina es más perroflauta, hippiosa y porrera (por lo contentilla que anda siempre). Pero queda un tercer ser diminuto, y ese es el malvado Cualquiercosa. No, no tiene poderes mágicos de transformación ni nada por el estilo. Era un elemento de pelo largo y cara excéntrica que hablaba a gritos y siempre le tocaba el papel de malo, mayormente para ir como un pervertido detrás de las dos chicas, por lo que siempre Tirant tenía que intermediar.
Tenían su propio club del que podías hacerte socio, y te regalaban pins, chapas y demás artilugios con diseños muy conceptual-intelectualoide. Era tremendamente raro y se notaba que se emitía en la2. ¿Qué cosas emitían? Pues además de cortinillas fruto de esnifar etanol, emitía unas pocas series, entre ellas Daniel el travieso, o esa curiosísima Alfred J. Kwak, una serie larguísima y muy entretenida, en la que el protagonista, un pato que sale del huevo con bufanda puesta lo adopta un topo que vive en una bota. Muestra al principio sus momentos de niñez y aventuras en el cole, hasta que luego decide recorrer mundo, y un compañero suyo de clase decide armar un ejército nazi. Su novia se llama Whitney y es negra... aunque no sabe cantar. Era una serie muy completa de aventuras, pero con un final de traca. Aaah, y por las tardes al principio emitían Los Simpsons... sí así es. Al principio Los Simpsons lo emitían en la2 en horario de tarde-noche ya que los consideraban dibujos para adultos o para educar a los padres, y si uno se fija en la primera temporada verá que ese era el cometido inicial.
Pero guardo lo mejor para el final:
Un remix de los contenedores y sus espacios de principios de los noventa.
PD: Al personaje omnipresente e hiperactiva de Telecinco la daremos cancha en el siguiente episodio.
En el próximo capítulo de contenedores, Programas de juegos, personajes frikis y sagas pervertidas por los años.
Me ha encantado esta entrada, hacía tiempo que no me reía tanto. ha sido largo de ver pero he disfrutado recordando las series que veía de pequeñita, aunque tengo que reconocer que alguna no me sonaba, ya que soy del 87 XD pero han faltado otras muchas que deben estar por ahí y me han faltado. supongo que en la próxima entrada XD.
ReplyDeleteHaz más entradas como ésta y la anterior que son un pasote.
Te echo de menos. un beso grande