Pillemos una serie de dibus al tuntún, sobre todo de los 80-90. Supuestamente meten una serie de valores y de moral para que los niños crezcan sanos, y para que los padres que se les ocurra ojear no se indignen, pongan el grito en el cielo, protesten a los medios por las series de tal cadena o de tal nacionalidad y exigen que se les someta una ferrea censura o que se cree una gilip*llez como un piano llamada horario protegido... ¿Qué? ¿Que todo eso ya se ha hecho? Vaya hombe, qué pena.
Existe un problema... y es que estos capítulos se repiten como el ajo, y no importa la serie que uno pille, da igual que la protagonicen animalitos antropomorfizados, niños con mascotas o adultos al servicio de la justicia. Da igual la serie que elijas, ya que los siguientes episodios te los encontrarás sí o sí.
Ecología: Los malos se quieren cargar el medioambiente... ¿por motivos económicos? No, porque mola ser malo maloso. Puede que sea porque han abierto una sucursal en una jungla cercana y los pobrecitos indígenas no entienden de qué va el negocio del Mal. Será labor de los buenos de turno salvar la selva de los villanos y ponerles a concursar en el Waku Waku o una sesión continua de los documentales de Al Gore.
Compañero traidor: El compi de los buenos no se siente lo suficientemente valorado dentro del grupo. Cree que puede tener más responsabilidad... o está el caso contrario. El compi que quiere más diversión y juerga, algo que va en contra con la estricta moral buenrollista de los héroes. Es tan contradictorio como El rey león, que por un lado te dice que te despiporres con hakuna matata pero que minutos más tarde te sermonean con que "debes ocupar tu lugar en el círculo de la vida". ¿En qué quedamos? Lo malo es que en este caso, el secundario prefiere probar suerte en el bando de los malos tras tener una discusión con los buenos (sobre todo, con el líder). Al principio se siente a gusto y más feliz que una lombriz, pero en cuanto descubre cómo se las gastan los villanos, y que ese rollo no es lo que quería (al parecer le queda un resquicio de corazoncito o de ideales buenrolleros) pues echa de menos a los buenos, y regresa con el bando guay. Al final el veleta es de nuevo bienvenido y tratado como uno más. Todo se soluciona en grupo, con un comentario estúpido pero supuestamente gracioso que provoca una carcajada general y un zoom out para ver el grupo en general y el buen rollo que se respira antes de la canción del cierre.
Droga mala: Así es, niños. Droja caca. Que sus quede claro. No siempre queda explícito como droga en sí. Hay veces que hacen eufemismos y hablan de bebidas, sustancias, frutos, aparatos electrónicos que emiten ondas adictivas... Los niños/animalitos guays del barrio intentan tentar al secundario más débil, que lo mantiene en secreto al resto del grupo. Los demás, que comienzan a preocuparse por las largas ausencias o comportamiento extraño del secundón, lo que provoca que el segundo debilucho de a bordo se entere de la verdad pero entraríamos dentro de la siguiente categoría. Al final logran derrotar a los malvados que intentaban pervertir a esas mentes inocentes a que tomasen el mal camino. A continuación aparecen los héroes en un epílogo bastante ridículo a decirles directamente a los niños espectadores que las drogas son malas. Más les vale a los niños hacerles caso.
Chivato paga pato: Pasan cosas raras en el bando de los buenos/en la escuela/en donde sea. Fulanito de los buenos tiene a su buen amigo que ha hecho algo malo, normalmente robar algo o no asumir la responsabilidad de romper o extraviar algo. Fulanito se siente fatal por dentro de sus entrañas, ya que no quiere delatar a su amigo. El resto de los buenos sabe que algo le inquieta y le presionan un poco hasta exprimirle y sonsacarle la información deseada. Le encargan a Fulanito a que sea él mismo el que le diga a su amigo que lo que ha hecho no está bien... pero la cosa se tuerce, aparecen los malos detrás o cualquier excusa barata para que el resto de héroes hagan acto de presencia y hagan uso de sus poderes con total contundencia para liarla parda y dejar claro que ser un chivato mola. Eso sí, si Fulanito llega a ver a su amigo asesinando o violando a alguien, no quiero ni imaginar la que se monta.
A la moda: Todos los jóvenes hablan de tal o cual manera, usan tal aparato que es el no va más, se visten así o se acaban de comprar el juego o el aparato asá. O bien un segundón o el propio héroe chapado a la antigua, no hace mucho caso de todo eso... y resulta que hace estupendamente, porque se trata de una estratagema de los malvados para controlar y manipular a la gente... jurjurjurjur. Ante tal sordidez los buenos tienen que intervenir y dejar claro al final que las modas son pasajeras y que lo mejor es ser uno mismo, por muy sosaina que sea.
Zoquete wins: Es hora de marginar a alguien, y el más miedoso miedica cagueta cobarde gallina tiene todas las papeletas. Normalmente se trata de un niño, un animalito o una mascota más ridícula que los perro-patada de las viejas señoronas. Otros del grupo le están constantemente recriminando su cobardía. En una aventura, cuando hay algo misterioso él seguirá su conducta genética y pondrá pies en polvorosa, huyendo vilmente. Fíjate tú qué casualidad que eso misterioso resultará ser una trampa del malo de turno.
"Oh vaya, qué faena. Aquí nadie jamás nos podrá ayudar" se lamenta el bueno graciosillo cabroncete.
"¿Y qué me decís del cagón?" pregunta el heroe apuesto que en el fondo reconoce su valía.
"¿Estás de c*ña? Él jamás haría algo así. Estará lloriqueando por ahí como una nenaza".
Pero resulta que el cagón se ha enterado y acude al rescate. Dan matarile a los malos porque nadie confiaba en el cagón para liberar al grupo. La moraleja va de coraje y valentía... pero a mí me da que el menda se aburría y les liberó... por miedo a que si uno escapa, le matase a collejas.
Las dudas existenciales del héroe: El héroe debe de aguantar el tipo pase lo que pase. Debe soportar a unos compañeros de lo más variopintos, hacer frente a los malos y en muchas ocasiones, mantener oculta su propia personalidad. Esto desemboca en que en un episodio dado, el héroe se cuestione su liderazgo y si como bien dice el anuncio de champú, de verdad lo vale. Hay crisis en el grupo y los malos aprovechan la situación mientras el líder está en la consulta del psiquiatra argentino. Aprovechan puntualmente para atacar a los buenos, y o bien la propia situación, o la voz de un anciano o un personaje sabio le harán entrar en razón y comprenderá su papel dentro del grupo. Al final todos los buenos le respetarán un poquito más si cabe. ¡Toma espaldarazo de ego!
Girl power: Los chicos del grupo de los buenos tienen una discusión, y es que las chicas creen que lo pueden hacer mejor que los chicos. La otra versión es que aparezca un equipo de shoshos a retar a los buenos en persona. Guerra de sexos pura y dura. 'Soy muller, y tengo derecho', 'Nosotras parimos, nosotras decidimos' y demás lemas salen a la luz para hacernos ver que las chicas juegan/pelean mejor que los chicos (¡¡Cuñaaaaaaaaooooo!! ¡Jesú, que shihte má güeno!). Contra todo pronóstico las mulleres ganan, y en otras ocasiones se enfrentan a los malos con su propio toque femenino. Solían coincidir con los capítulos más deleznables de la serie en cuestión.
Capítulo a cachos: En cualquier producción seriada se puede aprovechar cuando se está muy apurado de trabajo o cuando los plazos no cuadran para realizar una de las ideas más socorridas de la historia de la tele: un capítulo de flashbacks, o lo que es lo mismo, un refrito de escenas de capítulos anteriores sólo y únicamente porque los animadores y guionistas estaban gandules y ese día se levantaron con el pie izquierdo. Todo refrito viene dado por una situación realmente dramática para mear y no echar gota. Si uno de los protas ha tenido un accidente y está inconsciente en un lugar perdido o en un hospital... sofrito al canto. Si los protas han quedado aislados por un derrumbamiento, una avalancha, una prisión infernal o estar en una isla desierta de náufragos el día de la Champions sin poder ver el partido, toca sofrito. Cualquier excusa puede valer para hacer un capítulo con la ley del mínimo esfuerzo, y además en muchas ocasiones quedas hasta emotivo y todo.
El navideño: Todo un clasicazo. Da igual que la serie transcurra en la actualidad, en un mundo paralelo, en la edad media o que esté protagonizado por criaturas de lo más bizarras. Tiene que sobresalir espíritu navideño por los cuatro costados por decreto ley, y si no, los buenos se encargarán de enseñarles a los malos lo que significa el espíritu navideño y Santa Claus (pronúnciese "Santaklós" o alargue la última 'o' de manera ridícula) a base de h*stias. Lo raro y curioso es que este capítulo bien podía llegar en pleno verano, y al espectador le choca bastante que hablen de semejantes cosas a esas alturas. Otras variedades son el día de acción de gracias o alguno veraniego o primaveral... pero el que no debe fallar es el de la nieve, los bastoncitos, el trineo de renos y el gordo barbudo de rojo con el saco. Bueno, en muchas ocasiones les tocará a nuestros héroes el suplantar toda esa parafernalia para despedirse en el epílogo con un ultracursi "Feliz navidad a todos". Da igual la religión, ideología o dimensión paralela a la que pertenezcas. Si no tienes espíritu navideño vendrán los buenos a obligarte que lo tengas.
La navidad... ya está aquiiiiiii.
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¿Y vosotros qué opináis? ¿Os acordáis de algún otro "episodio modelo" que hayáis visto hasta en la sopa?
Hasta la próxima.
Jejejeje, acaban de entrar al saco así como un 90% de los capítulos de casi cualquier serie (e incluso puede que me quede corto ^^U)
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