3.29.2012

Recuerdos de los arcades

Como método de entretenimiento, es indudable que los videojuegos han tenido una evolución tremenda desde finales de los setenta o principios de los ochenta hasta nuestros días. Las videoconsolas cada vez son más sofisticadas, más interactivas y más a la vanguardia. Sin embargo, la entrada de hoy va destinada a una perspectiva distinta que durante muchos años estuvo muy presente y que hoy en día se ha visto muy transformada: los arcades o salas recreativas.


Antes cualquier bar, hasta los de pueblo, solían tener una "maquinita" con la que los jóvenes echaban unas partidas. Después de haber degustado el menú del día, o mientras los padres tomaban el aperitivo, pedíamos un par de monedas para unas partidas y evitar así las tediosas tertulias de adultos. Hoy en día no hay tal experiencia social debido a que las plataformas de videoconsolas integran más modos multijugador, y es que se pueden dar reuniones en casa de un amigo entre unos cuantos para jugar partidos y partidos del "Pro" (o FIFA) o prescindir de tus amigos y liarte a tiros por las junglas de un país remoto con un adolescente surcoreano que no has visto ni verás nunca. Incluso las consolas portátiles se han refinado muchísimo, sus baterías aguantan más, y se puede mantener al niño entretenido allá donde vaya. Uno paga su consola maravillosa, el juego correspondiente, la licencia y la conexión a internet (caso de haberla si es que hay que jugar en línea) y arreando.


En las recreativas pagas tu consumición. Uno se puede tomar el juego más en serio, ya que le va el dinero en ello... pero lo más importante es que uno se ve sumido en un universo distinto. Frente a algunas simulaciones de la vida real de hoy en día, en estos espacios tenía lugar todo lo contrario: la posibilidad de sumirse en un gran mundo de fantasía, evadirse del cole, las notas u otras tantas preocupaciones de niños y ser capaces de disputar un mundial de fútbol, liarte a tiros con los malos, poder conducir en coches o motos sin tener el carné o ir por las calles luchando contra una corporación de criminales y maleantes e intentar sobrevivir. Mundos futuristas, prehistóricos, de la Edad Media fantástica, o realidades alternativas que te permitían ganar un mundial de fútbol con España... ¿eh? ¡Ah, es verdad! Vaya desliz. Olvidad eso último xD. Aunque deberán reconocer todos ustedes que se pedían a Brasil, no mientan como bellacos xD.


Cuando pienso en estas máquinas pienso en los veranos que solíamos pasar en Almuñecar. La calle Manila con la taberna-mesón de enfrente, el videoclub de los posters ultrachulos, el restaurante chino Chinatown de la esquina antes de llegar a la playa y sobre todo justo al lado de casa ese coche fantástico en miniatura como los caballitos que se suelen subir los niños chicos, que periódicamente emitía la célebre música de la serie ochentera y el sonido tan característico de Kitt con la luz roja al frente. Esta maquina presidía la entrada de un salón de arcades bastante memorable. Juegos de los tiempos de la NES como el Track & Field de Konami, el Gauntlet, un shooter a dos jugadores de Rambo III con una intro chula, otro que era de distintas pruebas de un entrenamiento militar, el Punch Out, y sobre todo, el juego beat-'em-up a 4 jugadores de Los Simpson de Konami... que siempre estaba ocupado, y es normal, ya que era el favorito de los chavales casi callejeros y asilvestrados de la ciudad. ¡Qué fácil era entablar amistades y quedarse en la calle jugando o echando unas partidas en la sala! Mi hermano y yo, urbanitas y familiares nos sorprendía y fascinaba ese comportamiento de los padres de dejar a los niños sueltos a que se desfoguen y que regresen a casa tarde. Aunque fuesen vacaciones.


Volviendo a aquella sala de arcades, unos años más tarde la ampliaron e instalaron unos billares que atrajeron a gente más problemática, con deciros que uno de ellos no tenía bola blanca... Pero con esa ampliación también llegaron nuevas máquinas como un par de ellas de fútbol o de lucha como uno de The Punisher bastante bruto o incluso uno de tantos de despelotar tías. Pero lo que más me llamó la atención fue uno de lucha uno contra uno de Dragon Ball Z, y es que vaya envidia que me daban los jodíos niños andaluces, qué cosas tan chulas veían por la tele, aunque eso merecería un capítulo aparte.

Los juegos descritos ya tienen sus buenos años, pero si uno entra en una sala de arcades actual (en las pocas que quedan), podrá toparse con juegos en torno al 2003 o antes. Sega Rally, saga Time Crisis o The House of the Dead, Virtua Tennis, algunos de fútbol clásicos, el Crazy Taxi, Tekken 4 ó 5, suelen tener los mismos de motos o algunos chulos raros como el Quads on the Amazon. Lo más moderno puede que sea no tanto las máquinas de baile (tanto la que bailas en horizontal y en vertical como la de en diagonal) sino alguna de sus adaptaciones o parches con nuevos temas más recientes, pero al contrario que la tendencia actual en los videojuegos que prima lo último y lo que está a la vanguardia, una sala de arcade permanece como una cápsula del tiempo en donde permanece el regusto clásico y uno acude a echarse unas partidas y divertirse.


Bien es cierto que muchas veces, sobre todo en las grandes ciudades, se convierten más en un centro de reunión de jóvenes inmigrantes asiáticos (o nacionales motivados) que quieren demostrar sus habilidades de baile o disparo que otra cosa. También es cierto que ya no hay "maquinitas" en el bar de pueblo donde ibas a comer los fines de semana, e incluso la roñosa mesa de pinball de temática variada, por muchos toboganes, resortes y pisos que pudiera tener al final no hacía más que acumular polvo y la han dado puerta para ganar más espacio. Tampoco es comparable el fenómeno de los arcades en este país con el de Japón. Para volver a atraer a la gente, los salones de las grandes superficies se han convertido en una especie de ferias veraniegas, en donde distintas pruebas, atracciones o en este caso "maquinitas" te proporcionan una serie de tickets dependiendo de lo bien que lo hayas hecho. Como recompensa, como en toda feria que se precie, son peluches, juguetes e incluso algún videojuego de segunda fila o consola de penúltima generación con la caja reventada como premio gordo.

Que no se me olvide comentar otra cosa, y es que también proliferan las máquinas de garra con peluches variados. Suelen ser de la última serie de animación/película de animación, o bien animales variados de belleza dispar, algunos con un corazoncito apelando a que el novio de turno se lo consiga a su churri. En estas máquinas debo confesar que soy tremendísimamente... horrible. A veces le pago a alguno de los manitas de colegas del grupo para que me lo saque, porque yo soy un negao. Qué se le va a hacer.

A continuación pondré alguno de los títulos o elementos que relaciono o que me cautivan de estos sitios:
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·Air Hockey: Más conocido como 'las mazas y el disco'. Su modalidad barata (gratis) es el pingpong del Decathlon, pero cual asiático empuñando su pala, así me coloco yo con la maza y el disco. Es tan veloz, tan apasionante y uno pone tanto en ello que a veces en bastantes deslices, uno acaba metiéndose gol él mismo, o hacer que el disco salte por los aires y acabe cuatro "maquinitas" más allá.


·Golden Axe / Golden Axe: The Revenge of Death Adder: Acostumbrado a nintendadas familiares, este título de Konami para Sega era algo violentísimo y brutal. Sobre todo lo que más me quedó marcado a fuego son los gritos desgarradores cuando se muere un rival, un audio tomado curiosamente de la película Conan el bárbaro, película en la que se inspira muchos elementos de este juego. Todos sabíamos que el tío (Ax) de taparrabos azulón era el intermedio en habilidades pero el que hacía mejores picados, la tía era la de las magias y el enano de hacha era el de las toñas. De vez en cuando, disponías de una bestia como montura, normalmente dinosaurios que pegaban coletazos o escupían fuego. Este título tiene muchas cosas memorables, como el elegir a los personajes sobre las manos de ese esqueleto gigante, las fases de bonus pateando enanos para que soltasen potas de magia o pollos, el aspecto de Death Adder (el malo final), entre fase y fase el mapa con el progreso manuscrito y muchos combos de lucha totalmente novedosos para la época. Si bien las secuelas que tuvo para las videoconsolas eran una auténtica bazofia, su secuela de arcades era majestuosa, y su desarrollo y ante todo su glorioso final algo muy reseñable. Fue el protagonista en un campamento de verano del cole en Aguilar de Campoo, entre algunos de nosotros y los chicos locales logramos pasarnos el juego, en un gran acto de solidaridad y diversión.


·Winter Heat: Recuerdos de las estancias en la nieve con el colegio, ya que el hotel en donde nos hospedabamos lo tenía. Obviamente, si está situado a los pies de una estación de esquí, qué mejor que poner una maquinita de deportes invernales. Más tarde en mi primer año en la universidad me reencontré con este juego. Tienes a tu disposición como de costumbre una serie de representantes tanto masculinos como femeninos de las nacionalidades más representativas y estereotipados, e incluso dependiendo de la versión, un personaje comodín que podía ser italiana, francesa... o española dependiendo de dónde estuvieras jugando, para tener a la gente contenta. Entra dentro de la categoría de revientabotones, ya que en eso se basaban la mayoría de deportes invernales que figuraban dentro del juego. En aporrear los botones lo más rápido posible para obtener velocidad, o pulsar con un ritmo adecuado o en el momento justo. Siempre me pedía al japonés, por su diseño chulo y ser bastante equilibrado para todas las pruebas. Recuerdo que para mí, la prueba más infernal de todas era el slalom, que combinaba la técnica revientabotones con la sincronización al pasar por las puertas para que no te hicieran daño.


·Cadillacs and Dinosaurs: Sí, los beat-'em-up eran probablemente mi género favorito. Éste es la adaptación de una serie de TV que en nuestro país creo que tuvo una vida de lo más efímera, y que a su vez se inspira en un cómic de serie Z. Y es que 'dinosaurios' junto con 'ninjas' eran dos elementos muy recurrentes en los juegos de arcade. Qué se le va a hacer, me encantaba ir por la calle zurrando a todo bicho viviente. La ambientación tan dispar, la dificultad y el multijugador hacía de este juego algo memorable. ¡Cómo molaban las patadas voladoras del negro, mare mía xD!


·Hammerin' Harry: Es un ejemplo de originalidad y de gran calidad gráfica para ser del 90. Es una versión occidental de un juego japonés. El protagonista es... un humilde peón de albañil japonés la mar de majo, equipado con una gran maza con la que hace frente a sus enemigos. Y es que una corporación obrera chunga ha derribado su casa y pretende construir sus moles en el entrañable vecindario. Él va caracterizado como un albañil tradicional japonés, con su cinta de pelo anudada en la frente y camiseta remangada, mientras que sus rivales son más sofisticados y modernos y van con mono y casco. El juego era muy dificil, pero menos mal que tenía muchos puntos de control a lo largo de los niveles y no tenías que empezar desde el principio.


·Street Hoop: Volvemos al deporte. A mí, sinceramente, todos los juegos de fútbol me parecían iguales, con una duración de los partidos muy corta, y unos rivales que para meter un mísero gol tenías que sudar sangre, y todo para que hacia el final del partido, la dificultad aumentara considerablemente y acabases perdiendo. Sin embargo en otros deportes había juegos más molones, como éste de baloncesto que pese a no haber ni faltas, ni fueras de banda ni obstrucciones a canasta, era la mar de dinámico y entretenido. Robar el balón a h*stias, así se habla. Partidos internacionales de 3x3 a todo el campo. Por cada canasta que hicieras, se iba cargando el medidor del supertiro, y cuando lo lograbas era un auténtico pasote: mates ultraestratosféricos o triples letales teledirigidos e imparables. El juego incorporaba muchas variables como el turbo, tapones, las ya mencionadas bofetadas, alley-oops, amagar el tiro, y un largo etcétera... pero todo se presentaba de una manera muy sencilla de asimilar. En cuanto a los países que podías elegir uno temía los triples de Taiwan, los mates de EEUU, lo rocoso que era Alemania, la velocidad de Corea o países temibles por destacar en dos categorías como Francia, China o Reino Unido. Sí, ahí estaban también Italia, Japón... y España, pero los tres no destacaban en nada, casi se puede decir que eran igual de malos. Ni gasoles, ni rickis ni navarros, lo sentimos. Que suene la música: Come on, everybody! Men in black now pickin' your team...


·Police 911: Damos otro salto hasta el primer año de carrera. Éste es un juego de disparos pero tremendísimamente revolucionario para mí. En los Time Crisis tienes un pedal que accionar si uno desea cubrirse, pero aquí uno se sitúa sobre una alfombrilla en medio de un arco, y un sistema de infrarrojos capta tus movimientos, por ello el personaje esquiva a ambos lados y se agacha a la vez que tú, y por ello también dicen en las instrucciones que no lleves gorra cuando juegas, ya que despista al sensor. Cuidado, el juego puede acabar siendo agotador para las rodillas y para tus nervios... pero es la mar de emocionante. Vas armado con una pistola, y para recargar tienes que disparar fuera del pantallón que tienes delante. Eres un agente de policía de Los Ángeles que comienzas en una redada a un club nocturno por temas de tráfico de armas. Tras persecuciones en la autopista y momentos trepidantes, el hilo de los traficantes te lleva a Tokio, y ahí estás, en medio de Harajuku, Ginza y otros distritos emblemáticos pegándote tiros contra los yakuza en un sistema que capta a la perfección los movimientos de tu cuerpo para finalizar con un duelo trepidante contra el anciano jefe de la mafia en el metro. Vas aumentando de rango dependiendo de lo bien que lo vayas haciendo, pero si disparas a un civil o a un agente amigo, pierdes salud y te degradan inmediatamente un rango. Me llegué a pasar este juego en dos ocasiones, pero era un juego al que rara vez veías a la gente jugar... y cuando vi a otra persona me di cuenta de por qué. Desde dentro es emocionante y trepidante, pero desde fuera uno parece bastante flipao con el tema. A buena hora me di cuenta T__T.


·Street Fighter II: The World Warrior: Dos luchadores a los pies de un rascacielos, y de un puñetazo uno deja KO al otro. La cámara se eleva y muestra en lo alto del rascacielos un cartel con el título del juego. En 1987 Capcom sacó un juego de pelea... francamente malo. El jugador encarnaba a Ryu, un luchador con kimono blanco pero aún alejado de la imagen que todos tenemos del personaje. Los combates a veces eran muy breves, nuestra velocidad muy lenta y la derrota acontecía muy rápido. La secuela ampliaba la elección a ocho jugadores más los cuatro finales a los que enfrentarse en el modo historia. Todos conocemos a esos personajes, y estoy muy seguro que todos hemos jugado en alguna ocasión a este juego o a alguna de sus numerosas secuelas, pero lo que tal vez no se sepa es que estamos ante el juego que inventó el género del juego de lucha tal y como lo conocemos hoy en día. Inventó una mecánica de juego copiada hasta la saciedad y que sólo muchos años más tarde, Virtua Fighter y Tekken se atrevieron a contradecir. En todos los juegos de lucha a partir de este uno sabía que si hacía cuarto de vuelta hacia adelante + puñetazo, media luna hacia atrás + patada u otra combinación conocida, el personaje realizaría algo chulo y espectacular. El sistema de seis botones asignando tres botones al puñetazo y tres a la patada también era algo que aunque se incorporó en el desastre de juego original, aquí llegaría a toda su plenitud. Y por último, este juego resulta especial para mí porque hace mucho tiempo me hice con el título oficioso de subcampeón de Cantabria manejando a Ken (y sin saber hacer el sho-ryu-ken, toma ya), aunque en las partidas que jugabamos en la super nintendo con mi hermano manejando a Guile era él el que ganaba casi siempre. Cuando no lo hacía reseteaba la consola, yo me cabreaba y era cuando nos peleabamos en la vida real  u__uU.


·Los Simpson: La temática del juego y los personajes eran los de la serie de moda, pero es que aún así y teniendo en cuenta que el juego es del 1991, se trata de un juegazo con todas las letras. Recorríamos Springfield sacudiendo a los esbirros de Burns y lo podíamos hacer entre cuatro, jugando con toda la familia... a excepción de Maggie, que es la que ha secuestrado Burns por confundir un valiosísimo diamante con un chupete. Nos encontramos con escenarios de sobra conocidos y con detalles de apariciones de secundarios o sorpresas si golpeas tal cosa o si pasas muy cerca de tal otra. Homer pegaba a puño limpio, Marge con la aspiradora, Bart con el monopatín y Lisa con la comba. El control era sencillo y el juego muy adictivo... aunque nadie se quisiera pedir a Marge o a Lisa.


·Photoplay Trivial Pursuit edición Genus: También podría considerarse las máquinas Photoplay como "maquinitas" de hoy en día. Si bien hay gente que juega a las diferencias o al Shanghai, lo que más me atrae sin duda alguna de estas máquinas es el Trivial. 20 rondas, usar y abusar de los dados en cuanto se pueda, procurar caer en los quesitos grandes, ir descaradamente a por la puntuación más alta... o incluso el humillante momento en el que reconoces tu inferioridad ante cierta pregunta y tienes que girarte y preguntarle al grupo o al entendido del tema. Incluso apurar el último quesito hasta la ronda 20 y enfrentarse a la ronda final sin fallo para poder ser un máster (del universo, como He-man xD).


·Out Run: Tú, una chica de melena rubia a bordo de un Ferrari rojo descapotable y un largo, largo camino por delante en una carrera con tráfico pero sin apenas oponentes. ¿Se necesita acaso algo más? La carrera se divide en tramos y al final de cada uno hay una bifurcación que te conducirá a un escenario distinto, así que cada partida puedes tomar un recorrido distinto. El tráfico a veces resulta muy molesto, y las curvas tan pronunciadas y esos accidentes que el Ferrari da vueltas de campana, tú y tu chica saltan por los aires y el coche y ustedes regresan a la carretera como si nada. Memorable.


·Die Hard Arcade: Inspirado en la película que reinventó el género de acción, era uno de los clásicos que siempre caían a la salida del cine. En Japón se conoció como Dynamite Deka, y es un beat-'em-up renderizado en 3D. Este producto de Sega pensó que una internada de unos comandos policiales para salvar a la hija del presidente de los EEUU en un rascacielos empresarial de un grupo terrorista presidido por un anciano con barba blanca puntiaguda y mirada de cabr*n, pues como el jugador1 se da un aire visto de lejos, de refilón y de una pasada a John "Bruce Willis" McLane, y el edificio al Nakatomi Plaza, pues le ponemos Die Hard (Jungla de cristal) de título y arreando. El juego más que largo era larguísimo, y lo mismo estabas en la azotea como en el parking, en los conductos del ascensor o en patios con fuentes. Las armas molaban mucho y a veces entre escenas había secuencias en las que tenías que apretar un determinado botón cuando te lo mandaran para no tener una fase extra de penalización o más enemigos.


·Snow Bros.: A raiz del Bubble Bobble salieron muchos juegos del estilo, pero creo que el más logrado y el más ameno es este en el que los hermanos del título se enfrentan a diversos monstruos, que tendrán que convertir en grandes bolas de nieve y rodarlas para atacar al resto de enemigos. El momentazo que preparabamos con mimo era una gran avalancha desde lo más alto de la pantalla que barriese a todos los enemigos para que saliese... ¡LA BILLETADA! Que te daba un porrón de puntos, y también salía algún aumento de habilidad (velocidad, alcance o poder de disparo) de los protagonistas. Cada diez pantallas tocaba un jefe que como en el resto de las pantallas, muchas veces precisaba de una estrategia cuidadosa.


·Super Pang: Las bolas de goma de las máquinas de 50ptas/50céntimos de los centros comerciales dominan el mundo. Salva a la humanidad de las canicas que botan desplazándote en una avioneta con tu hermano vestidos de exploradores victorianos y armados con un arpón. ¿Quiénes crearon este juego y qué se fumaron en ese momento? Seguimos con los juegos de habilidad y sobre todo uno de los más angustiosos. Cuando las bolas te vienen en tropel por ambos lados y la cosa se convierte en un sálvese quien pueda... pues esa sensación se tiene bastante a menudo, así como que se acabe el tiempo o que te dañe la última bolita. A dos jugadores era bastante ameno y divertido, con sus peleas internas a ver quién era el primero en pillar el condón (protección para un golpe) o uno de los tres disparos especiales: doble arpón, arpón continuo o pistola láser. Intentabamos también evitar la dinamita a toda costa, ya que partía todas las bolas en bolas chiquititas, y la pantalla se convertía en un infierno. También estaban los animalejos que de vez en cuando entraban y partían las bolas por ti, lo que en la mayoría de veces ocasionaba desgracias. Aún así, es un juego muy recomendable por su alto nivel de adrenalina.


·Double Dragon: Lo prometo, es el último beat-'em-up de la lista... pero vaya juego tan legendario. Desde la música, las fases, los malos, y la tan recurrida técnica por parte de los malos de rodearte cobardemente para golpearte de lo más rastrero por la espalda. A cada nivel, viajas a una parte distinta del planeta hasta llegar a la guarida del malo para salvar a la novia del prota, Marion. Billy y Jimmy creo que se llamaban los hermanos protagonistas.


·Wave Runner: A continuación, un par de clásicos en las salidas al cine/cumpleaños de hace tiempo. Los dos de Sega, los dos de carreras, y los dos la mar de realistas y chulos. En Wave Runner uno experimentaba una carrera de motos de agua... pero desde el momento en que te subías al cacharro y empezabas a mover la palanca obsesivamente arriba y abajo mientras le dabas al acelerador era algo genial, aunque creo que desde fuera uno pudiera tener una impresión parecida al Police 911. Para las rampas ¿era mejor tener el manillar arriba o abajo... bah, da igual. Con lo que mola el sube-y-baja xD. Una de las partes más gloriosas era desde la playa, adentrarse en un río y saltar desde una cascada bien alta.


·Alpine Racer: Lo mismo que la anterior, pero esta vez en descenso en esquí que tenía tramos de slalom gigante. Un ventilador situado justo al frente te soplaba un aire bien fresco que te metía de lleno en la carrera. Había también otro de snowboard, pero era más complicado de controlar. En este aspecto, en una de las salas de arcade de Eurodisney, me encantó uno de skate cuyo manejo era fantástico y la posibilidad de acrobacias muy bien conseguida.


·Quads on the Amazon: Parece increíble que este juego sea español (de la empresa Gaelco para más señas). Resulta fantástico el movimiento tan logrado del quad con respecto a su entorno. Una carrera contrarreloj por tramos y con unos gráficos y una jugabilidad tremendos, eso sí, si no logras llegar a tiempo en tres etapas, estás descalificado. Siempre me pido a Zakk y a la moto que lleva escrito "Tiger". Aún a día de hoy juego, ya que es una sensación genial.


·The Fast and the Furious: Superbikes: Y éste es el otro juego al que más competimos hoy en día, sobre todo con mis duelos con mi buen amigo el druida ^__^. Vaaale, debo reconocer que la mayoría de veces él me gana... pero no pienso darme por vencido. Las carreras son muy emocionantes, y siempre quedamos entre los 4 primeros. Evolucionamos siempre el nitro y muchas veces todo está muy reñido hasta escasos metros del final, que es cuando me da por rozar un muro T__T. Siempre cae un pique a este juego, además de al de las canastas por la cantidad de tickets que te da para luego canjearlos por chorraditas xD
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Y eso es básicamente todo. Estos juegos puede que sean los que mejor recuerdo me hayan dado. Luego hay otros tantos que los descubrí con las plataformas de emuladores como Mame o Winkawaks, pero en lo que se refiere a arcades, estas son las máquinas con las que crecí o las que más recuerdo tengo.

¿Cuáles son las vuestras? Hasta la próxima.

1 comment:

  1. Que recuerdos de los recreativos. Como molaba pasar las mañanas en el recreativo jugando a esas entrañables maquinitas (o viendo como la mafia infantil local jugaba para así tomar nota y aprender como juegan XD), echando monedas de 5 duros para poder jugar 4 partidas en vez de las 3 que solo se juegan con 100 pesetas (lo que tardaron en darse cuenta los dueños de semejante error), compitiendo en modo versus contra otros chavales o ayudándoos en modo coperativo en algún Beat-em-up.... Sin duda los recreativos de antaño eran de lo mejorcito.

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