2.04.2015

El Hobbit: La desolación de Smaug

Sus vais a cagar

Aquí llegamos con otra crítica vil. Por motivos de viaje, el año pasado no pude ir a ver la segunda entrega de El Hobbit, hasta que esta semana me han podido pasar su versión extendida. Ya tuve una larga y concienzuda crítica de la primera aquí, así que ahora nos podemos saltar la introducción y meternos directamente en el ajo.
Hijo, ¿te acuerdas de aquella sirvienta picarona? Pues verás...

Tras un cameo de lo más gratuito de Peter Jackson jamándose una zanahoria, Gandalf de resaca se encuentra a Thorin en la posada Prancing Pony de Bree como quien no quiere la cosa. Ya se pudo observar en La comunidad del anillo que este antro siempre ha sido un after de mala muerte donde se reune purria en abundancia que te echan miradas de lo más picaronas. El enanito gruñón está buscando a su papá cual Marco por Argentina tras su madre. Tras ver a su padre en acción en un flashback y ver que se parecen como un huevo a una papa, creería que es adoptado. Gandalf le sugiere que se vaya a reclamar su reino y desahuciar al dragón, que está durmiendo tan ricamente en su lecho de oro. ¿Pero qué gana Gandalf con eso? El dragón le quita el sueño y podría atraer a gente chunga. Así que sugiere la presencia de un ladrón y ahí tenemos a Bilbo 12 meses después, porque poner un año más tarde es algo bastante retorcido.

Imagen promo que no se vio de sus encuentros nocturnos
Tras el paseíto de las águilas, uno podría imaginar que han dado esquinazo a sus perseguidores desde la última película... pues no. Parece que se han quedado 12 meses contemplando el paisaje, ya que los tienen respirando en la nuca. Es en este momento cuando entramos en una parte que nunca me quedó clara en el libro, como una especie de Tom Bombadil del Hobbit: Beorn el transformista. Allí el séquito de enanitos con Bilbo y Gandalf pasan unas cuantas noches, noches que aprovechan Gandalf y Beorn para salir a la luz de la luna e intercambiar gruñidos. Beorn se transforma en oso gigantesco por las noches. Parece corto pero es bastante astuto. Su ayuda se limita a prestarles unos ponis para que les arrimen al bosque de Mirkwood. Tras un enésimo barrido aéreo con música ultraépica vemos que durante toda la película marchan de lo más dispersos, con una distancia de casi un kilómetro del primero al último. Lo curioso es que incluso en las carreras a pie, Gandalf va en cabeza. Hablando del mago, a la entrada del bosque se hace caca cuando ve un grafitti de Sauron en una estatua y decide largarse de ahí, dejando una serie de instrucciones que desde un principio sabes de sobra que no van a cumplir, y con las mismas se larga sin dar más explicaciones. ¡Qué jeta!

Ea, a la primera. A la m1erda "Dónde está Wally"
El bosque es chungo. Cuando leí el libro me lo imaginé más oscuro y siniestro, pero me gustó esa idea del camino. Al igual que en El señor de los anillos y King Kong, Peter Jackson nos muestra su fobia personal de una manera genial: las arañas. Las muy jodías son repugnantes, sobre todo una larva recién nacida con quien se enfrenta Bilbo y que por tocar su anillo se ensaña con ella como si no hubiese mañana. Se le ha caído el anillo en un bosque enorme, pútrido e infecto, pero lo encuentra como si nada. Llegan los elfos capitaneados por... ¡Legolas! Ha pasado de ser el Rambo soso sin personalidad de la trilogía de ESDLA a ser el mismísimo Capitán Capullo en esta. Se inicia también una especie de triángulo amoroso de lo más forzado con Legolas y el único de los enanitos que salió apuesto y sin barba, ya que ambos lucharán por el amor de Tauriel... ¿Quién? Pues otro invento de la mujer de Peter Jackson (y co-guionista) para dar más relevancia a las mulheres y que esto no se convierta en una sausage party.

Porque yo lo valgo.
Nos encontramos con el rey elfo oscuro, papá de Legolas, que al igual que nuestro elfo flipado favorito, tiene el pelo rubio platino, las cejas negras como el carbón y les canta el reborde de las lentillas a la milla. Amanerado, ambicioso y agorafóbico, gasta su poder mágico en disimular su cara churruscada. Ahí está Bilbo con las llaves para liberarles, pero los enanitos nada más le ven... ¿Qué hacen? Gritar su nombre a los cuatro vientos, sí señor. Menos mal que los elfos tenían el oído fino, que si no... ¡Qué casualidad que precisamente haya trece barriles para trece enanos! ¿Quién lo hubiese imaginado? Los orcos de antes, que eran más listos que los de la otra trilogía, están a su espera a la salida. 
Canasta limpia
Hay que ver con los enanitos. Tras despeñarse por los túneles de las minas, caer de lo alto de los árboles y despeñarse río abajo en barriles, con su columna vertebral de titanio están como una rosa. Bueno, todos no, ya que al que vino guapo de fábrica le clavan una flecha envenenada en la pierna ante los ojos de la churri elfa, sin embargo logra volver a caer en el barril que le pertenecía. Los elfos y orcos van cayendo al agua, pero ni les atacan ni les bloquean el camino. El grupo va recogiendo armas y se las va rulando con una facilidad pasmosa, cortan troncos por el punto preciso, y qué decir de esos barriles flotantes que ni se vuelcan, ni entra agua ni se hunden. Durante la bajada se rompe un barril, pero reaparece otro vacío para que vuelva a entrar como por arte de magia.

Screw Lara Croft. Gandalf is TOMB RAIDER
Gandalf tira pal monte y entra como un elefante en una cacharrería a ver las tumbas de los nueve reyes, expoliadas. Allí se encuentra con el mago hippioso que tiene a los pájaros cagándole encima y deciden ir a la fortaleza chunga donde todos se reunen. Mientras tanto, aparece Drácula, de la horrible película de 2014 como barquero y les lleva a la ciudad del lago. Por otra parte, la churri va a salvar a su apuesto retaco.

Ni caimanes ni serpientes, en la Tierra Media salen enanitos del baño
En la ciudad los barriles pasan mágicamente de 12 a 14 para dar cabida a todos y los rellenan de pescado, pero el secuaz del alcalde, que es el capullo de esta parte de la peli, pone emoción al tema. Si en la primera trilogía teníamos gente como Denethor y Grima, aquí están el alcalde y el ya mencionado secuaz, que están celosos del éxito de Drácula, ya que podría despertar ideas democráticas en la plebe (toma ya). Los muy ingratos rechazan las armas que Drácula les ofrece, y es que buscan llamar la atención. Para eso intentan robar en el arsenal de la guarnición. Les pillan, y como arrogantes futbolistas a las puertas de una discoteca no se les ocurre otra cosa que decir que el "tú no sabes quién soy yo". Expectación. La profecía se cumplirá. Nos van a traer oro y nos van a salvar del paro y la inmundicia, así que les dejan marcharse, sin embargo algunos de ellos se quedan atrás por motivos del argumento, ya que yo recuerdo que el grupo en su totalidad iba a la montaña.

En casa de Drácula cuchillo de palo
Formación Power Rangers para la ocasión
A diferencia del libro aquí tienen dos motivos de prisa. El primero y bien constante desde la primera peli es que les persiguen constantemente los orcos. El segundo es que tienen que llegar allí antes de un determinado día, donde la luz les mostrará la entrada. Algo semejante a lo que sucedió a las entradas de Moria, pero allí llegaron ese día de chiripa. Tras abrirse la puerta, entran y mandan a Bilbo de la manera más despreciable al frente, y es que Thorin se vuelve más capullo (todavía) a cada minuto que pasa.

Más de 10 años después sigue apestando como actor
En el pueblo los orcos les buscan y Legolas y la churri tras ellos. Lo gracioso es que cuando entran en la casa de Drácula, se convierten en seres tan inútiles e inofensivos como los masillas de los Power Rangers, y sus armas como el globo alargado de porra del tren de la bruja. En lugar de salvarle, la churri se encuentra con la hierba precisa que ya se lo traía otro enanito, pero claro, mejor que te lo traiga una elfa macizorra, dónde vamos a parar.

¡Sorpresa! Hecho unos zorros, poseso... pero vivo
Mientras, Gandalf entra de cabeza a una trampa segura. Se encuentra con el papá de Thorin, que pese a no ser tan capullo, está poseído y actúa como si lo estuviese. Además, en lugar de querer regresar a su montaña, quiere huir de ella como de la peste. Pronto se lo traga una nube de humo regro como en Lost, y tras alumbrarle un par de veces, Gandalf descubre que el nigromante chungo que no es lo que parece se trata de... Sauron. Pobre Gandalf, ahora le tienen como prisionero colgado como un jamón.

¿Marco...? ¿Marco...? ¡Fuera límites!
En la montaña, los enanitos harían palidecer a su lado a Gilito MacPato y su bóveda de caudales, ya que nunca había visto tanto oro y chuminadas juntas. No obstante, toda la ciudad subterránea está excelentemente iluminada, fíjjate tú qué cosas. Hablando de iluminada, los ojos de Smaug en el libro emitían luz, y eso lo eché de menos. Ahí sí que me gustaría ver a Bilbo buscando su anillo, a ver si hay narices de encontrarlo tan rápido como en el bosque. Lo dicho, por fin aparece Smaug, y vemos que le pone la voz Benedict Cumberbatch. Hay que ver, está en todas el tío. Sé que tiene una voz bien característica y que muchas mujeres mojan las bragas con sólo oírle hablar, pero yo hubiese recurrido a Christopher Lee para poder aprovecharle lo máximo posible. Bilbo monta ruido, la lía parda y le despierta. Para salvar su vida, le comienza a dorar la píldora con apodos de lo más cursis y raros. Así de casualidad encuentra la Arkenstone que le permitirá al resentido de Thorin gobernar en ese agujero dorado.

¿Gaandaaalf? Ah no, me confundí de peli. Eres la elfa random
Entran el resto de enanitos y cual Equipo A trazan un plan con una inmensa cantidad de gadgets para acabar con el dragón. En el pueblo, la churri tras dejar tirado a Legolas y dejar que se enfrente a todos los orcos él solo en un combate bien largo, va a salvar a su querido enanito, que le han afeitado entre toma y toma para que la churri le vea presentable. Eso son amigos. En la montaña van corriendo de un lado a otro, caen a pozos, salen de pozos, aterrizan sobre el morro del dragón y logra escapar como si fuese un capítulo de Looney Tunes o Hannah Barbera, encienden los hornos, le echan un chorrito de agua a la cabeza al dragón y vierten oro líquido por todas partes. 
Ooh, algo con lo que pasar el tiempo en tantas noches de soledad
Thorin surfea sobre una carretilla que no se derrite ni se altera con el oro a tal temperatura, y logran rellenar el molde de una estatua gigantesca de un enano. Cuando abren el molde, el dragón le hace ojitos, y cuando los enanitos están a punto de darle cierta privacidad e intimidad entre ellos dos, la estatua se desarma y le cala completamente a Smaug de oro líquido. Fabulosamente divino con esa nueva capa de pintura sobre su piel, se marcha a dar por saco a la humanidad, así para desentumecerse de su largo sueño, y con su figura amenazando la ciudad del lago y Bilbo con un grandioso "la he liao parda" concluye la segunda parte.

Resumiendo, sigo pasando kilo y medio de los tropecientos enanitos del bosque. Para cuando consigo identificar y seguir la pista a algunos, su personalidad es totalmente incoherente, sobre todo Thorin en su relación con Bilbo. A éste último le han tenido que decir que haga ticks faciales en todas sus frases y cada vez que salga en pantalla. La relación amorosa entre la elfa y el enano "no-adefesio" es de lo más forzada y cutre. Estoy saturado de cambio de poses de hombro a hombro mirando con cara de circunstancias como en Matrix, o de planos de barridos aéreos con música épica de fondo. Parecía que estos últimos estaban sacados de cutscenes de un videojuego, con la cámara mostrando el entorno y el camino por recorrer hasta el final del nivel. Lo que tendría que ser un viaje fascinante que se hace ameno, se vuelve alargado y uno no puede evitar mirar la hora y calcular cuánto queda. La parte de Gandalf es la que sigo con más atención, ya que resulta la más interesante en comparación con la banda de ingratos que son tanto enanos como elfos.

Peeeero aún así veré la tercera parte inminentemente en el cine. Sé lo que me espera, pero lo espero con ganas, precisamente por todo el esfuerzo y los detalles que hay detrás para contar la historia. Soy así de vil y picajoso por la forma en la que está contada la historia y la decisión de rizar el rizo, alargar lo indecible y la capacidad de crear partes sacadas de la manga, ya sean para bien o para mal. He oído a gente comentar que "la película está chula hasta que sale el dragón" y todo lo contrario, "que es un grandísimo coñazo hasta el momento que sale el dragón". En estos casos, lo mejor es verla y juzgar por ustedes mismos. A mí personalmente me ha gustado más que la primera, así que a ver qué nos depara la tercera parte.

1 comment:

  1. A mi me gustó. Aunque las invenciones, en fin... Me quiero leer el libro otra vez después de muuuuchos años para refrescar. Aunque eso sí, recuerdo que ese romance y Tauriel no deberían de haber salido, si no recuerdo mal xD

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