Comienzo por este dorama... no porque sea especial, ni mi favorito... es que es el último que he visto, y el que tengo más fresco ^__^.
Samurai High School tiene una gran presentación y goza de un gran comienzo. Kotaro Mochizuki es un estudiante de instituto... que dista bastante del ideal. Es un mal estudiante y se dedica a hacer payasadas para intentar captar la atención de los demás. Sin embargo, cada vez que hay algún problema, pone pies en polvorosa o se intenta escaquear de cualquier manera. Acude a una escuela bastante elitista en cuanto a la manera de dividir a los alumnos. Están las clases de los alumnos prometedores, con becas en los deportes o hijos de gente influyente... y luego, obviamente están la del resto de los mortales, entre las que (obviamente) se incluye la de Kotaro. He aquí un MV de 40 segundos como presentación:
En muchas de las clases o no atiende o está durmiendo, y es en ese momento cuando sueña que está en medio de la era Sengoku de guerras de Japón, combatiendo y protegiendo a su señor feudal. Su buena (y única) amiga Ai le despierta, pero eso no le salva de la reprimenda del profesor. Regresando hacia casa, se encuentra con una casa misteriosa que no había visto antes. Es una biblioteca, regentada por una misteriosa y enigmática mujer llamada Himiko. Tiene que entregar un trabajo para la clase de historia de la batalla de Osaka, que es con la que estaba soñando en medio de clase. Es entonces cuando esta misteriosa mujer le facilita un volumen, un diario de guerra manuscrito por un general de tan solo 17 años llamado... Kotaro Mochizuki.
Un joven de su misma edad y su mismo nombre tomo parte en esa batalla... y allí perdió la vida. ¿Cómo sería la vida de este joven? Con su misma edad, con tanto coraje, y una muerte tan temprana. Le comenzó a entrar curiosidad por ese tocayo suyo hasta que un misterioso poder emanó del libro, y cuando se encuentra con injusticias tales como las cometidas por las chicas populares que extorsionan a los estudiantes normalitos como el pobre Tsuyoshi, un chico muy introvertido y con problemas familiares, o cuando los arrogantes alumnos de familia bien pero con 'doble vida' hacen de las suyas, o algunos de los elitistas profesores con sus decisiones... son en esos momentos cuando el espíritu de el samurai posee a Kotaro, se anuda una coleta en lo alto de la cabeza, adquiere una pose marcial y comienza a hablar en japonés antiguo con un elevadísimo concepto del honor y la justicia.
Este efecto suele desvanecerse cuando se acerca mucho a Ai, su amiga de la infancia, y que el Kotaro samurai, al ver su cercanía y su preocupación la trata como a la futura madre de sus hijos... y justo cuando algo tórrido va a suceder es cuando Kotaro se desmaya y recupera su personalidad.
Pensaba que la historia iba a girar más en torno al clásico de "Un yanqui en la corte del Rey Arturo" de Mark Twain, historia repetida hasta la saciedad, con el protagonista que se ve absorbido a un tiempo pasado, con los lógicos choques culturales y demás, pero no. La historia comienza muy bien, sigue muy bien, pero hacia el final se deshincha, o no es el fnal que cabría esperar, ya que se resuelve de una manera abreviada y con una aventura relativamente "menor".
Los personajes son muy atractivos, lo más notorio es ver a un mismo actor realizando dos papeles tan diametralmente opuestos de una forma muy brillante, sobre todo los momentos tan chocantes que tiene con su familia por temas como la comida, el dormir en el suelo y demás, o su manera de actuar en el colegio. Todo iría bien si confesara lo que le sucede al menos a los más cercanos... pero de hacer eso, el samurai le arrebataría su alma, así que su secreto debe ser guardado.
Tsuyoshi también es un chaval de los que hay en muchas aulas japonesas, tremendamente introvertido e incluso cediendo ante los chantajes o injusticias con tal de no cambiar. Cuando conoce a Kotaro en su faceta oculta, se pega a su lado y le trata como 'señor'. Lo mismo sucede con su padre, un tipo que soporta que le mangoneen en la empresa con tal de ser un eslabón más en la cadena. La profesora que es la intermediaria de los alumnos con la elitista cúpula también tiene muchos debates internos, o el joven policía de barrio, con el que se las ve Kotaro en varias ocasiones.
Son nueve capítulos, y la historia, los cambios, peleas y situaciones delirantes bien merecen su visionado. Lo malo es esa tendencia de ser ahorrativos con el final. Si la serie hubiese durado dos capítulos más, habría terminado de una manera más 'redonda' y satisfactoria (en mi parecer).
Y para soltar el anzuelo, aquí tenéis su gran comienzo:
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